Una Iglesia con rostro amazónico
Como “un nuevo
incentivo y un aldabonazo para la obra de la Iglesia en la Amazonia” calificó el
cardenal brasilero Cláudio Hummes,
OFM, la creación de la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM). “Allí la Iglesia
quiere ser, con valor y determinación, Iglesia misionera, misericordiosa,
profética, cercana a toda la gente, especialmente a los más pobres, a los
excluidos, a los descartados, a los olvidados y a los heridos. Una Iglesia con
‘un rostro amazónico’ y un ‘clero autóctono’, como propuso el Papa en un discurso
a los obispos de Brasil”, agregó el presidente de la Comisión para la Amazonia
de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).
El mensaje del
cardenal Hummes se sumó a las palabras pronunciadas por el cardenal Peter Turkson, presidente del
Pontificio Consejo de Justicia y Paz; monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, SJ, arzobispo de Huancayo (Perú) y
Presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal
Latinoamericano (DEJUSOL-CELAM), Michel
Roy, Secretario General de Caritas Internationalis, y Mauricio López, Secretario Ejecutivo de la REPAM, durante la
presentación de la Red en el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la
Santa Sede, el pasado 2 de marzo.
El cardenal
Turkson destacó “no sólo el enorme significado simbólico que reviste para la
Iglesia en la Sede de Pedro, sino también la voluntad de darle visibilidad”. En
este sentido, señaló tres características que se derivan de su plataforma,
estructura y modo de funcionamiento, así como de sus prioridades de acción y de
su modo de acreditación, que bien “podría servir de modelo a iglesias locales
de otros continentes que deben enfrentar retos parecidos”.
- En primer lugar, la transnacionalidad de la Red refleja “la toma de conciencia de que una acción eficaz que contrastase los retos que van más allá de las fronteras de un sólo Estado, requería la sinergia de las fuerzas vivas de todas las naciones interesadas”, es decir, de los nueve países que comparten aproximadamente seis millones de km2 que constituyen el bioma o sistema de vida amazónico, considerado el bosque tropical más extenso del mundo: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela. Entre su población se estima que 2.779.478 personas pertenecen a 390 pueblos indígenas que hablan 240 lenguas que provienen de 49 familias lingüísticas.
- Como segunda característica, la REPAM propone un modelo de eclesialidad que busca “instaurar una colaboración armoniosa entre los diversos componentes de la Iglesia: congregaciones religiosas, Caritas, diócesis, laicos, etc.”, en sintonía con la Santa Sede y con cada una de las instancias eclesiales que suscribieron la Declaración Fundacional hace seis meses (ver recuadro abajo): el DEJUSOL-CELAM, la Comisión para la Amazonía de la CNBB, la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Religiosos y Religiosas (CLAR), y el Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas (SELACC).
- Finalmente, el compromiso por la defensa de la vida, constituye la tercera característica de la Red. De acuerdo con el cardenal Trukson, “está en juego la defensa de la vida de numerosas comunidades que, sumadas, representan más de 30 millones de personas. Están amenazadas por la polución, el cambio radical y rápido del ecosistema del que dependen y la ausencia de tutela de sus derechos humanos fundamentales''. Por eso, añadió, “la REPAM, se ha concebido como una herramienta que se puede adoptar en ámbitos claves y diversos: la justicia, la legalidad, la promoción y tutela de derechos humanos, la cooperación entre la Iglesia y las Instituciones públicas en varios niveles, la prevención y gestión de conflictos, el estudio y la difusión de informaciones, el desarrollo económico inclusivo y ecuo, el uso responsable y solidario de los recursos naturales respetando la creación, la defensa de las culturas y los modos de vida tradicionales de los diversos pueblos”.
Buen Vivir
La Red es una
plataforma en la que confluyen los esfuerzos de las Iglesias locales, las congregaciones
religiosas y los movimientos eclesiales, con voz profética propia y al servicio
del “Buen Vivir” (Sumak Kawsay) de la
Pan-Amazonía, actualizando y concretando opciones apostólicas conjuntas,
integrales y globales que, en palabras del Secretario Ejecutivo de la REPAM,
“representan años de historia y presencia próxima con aquellos que han sido
olvidados y vulnerados en este territorio”.
Monseñor Barreto, al referirse
a la problemática socio-ambiental que afecta a la cuenca amazónica, enfatizó
que “es un territorio devastado y amenazado por las concesiones de los Estados
a las corporaciones transnacionales. Los grandes proyectos extractivos, los
monocultivos y el cambio climático, ponen en grave riesgo sus tierras y el
entorno natural”. Asimismo, desde el punto de vista cultural, la
autodeterminación de los pueblos originarios, ribereños, campesinos, afro descendientes
y poblaciones urbanas, se encuentra seriamente vulnerada.
Ante estas
realidades, el presidente del DEJUSOL-CELAM recordó que “la REPAM se crea como
la respuesta de Dios a esta necesidad sentida y urgente de cuidar la vida de
las personas para que vivan en armonía con la naturaleza desde la amplia y
variada presencia de los miembros y equipos de la Iglesia en la Pan-Amazonía”.
También la Hna. Mercedes Casas,
F.Sp.S, presidenta de la CLAR, participa de esta perspectiva cuando afirma que
“la Vida Religiosa de América Latina y el Caribe es sensible y solidaria ante
los clamores que brotan de la Pan-Amazonia, reconociendo la presencia del
Espíritu en los nuevos escenarios y en los sujetos emergentes del Continente,
con quienes se siente comprometida, afirmando su opción por los más pobres y
por la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación”.
Primeros frutos
El Hno. João
Gutemberg Coelho Sampaio, FMS, superior del Distrito Marista de la
Amazonia, quien participa activamente en la REPAM, comenta que “un gran
beneficio de la Red es la creación de articulaciones y de varias formas de
apoyo mutuo desde iniciativas pequeñas o grandes que se van construyendo en la
región”. Concretamente, el religioso se refiere a los primeros frutos que se
derivan de la REPAM: “algunos proyectos iniciados por Congregaciones
Religiosas, Instituciones socio-pastorales e Iglesias locales, que antiguamente
estaban aislados, ahora se están fortaleciendo a través de la Red”. Es el caso
del proyecto Marista y del proyecto Jesuita para la Pan-Amazonia, de los
Equipos Itinerantes, de los Proyectos de Iglesias en las Fronteras, y de
algunas instituciones que trabajan con la causa indígena.
El Hno. Gutemberg
también afirma que “uno de los mayores beneficios de la REPAM tiene que ver con
el proceso formativo de una nueva conciencia pastoral sobre los asuntos de la
Pan-Amazonía, desde una metodología dialéctica y participativa, de reflexión y de
búsquedas, que genera preguntas y respuestas en un clima nuevo, con una
perspectiva pastoral distinta, más inter-institucional e inter-congregacional.
Es una realidad que encanta y que desafía”.
Con toda
seguridad, la REPAM se postula como una “verdadera experiencia de
fraternidad, una caravana solidaria y una peregrinación sagrada”, como ha planteado
el papa Francisco.