domingo, 28 de febrero de 2016

Zika y bioética

Francisco encara el debate ético sobre el zika 


Aunque todavía no se ha demostrado la posible relación entre el auge del virus del zika y el alarmante crecimiento de casos de malformación neonaltal en algunos países latinoamericanos, principalmente en Brasil, la problemática de saneamiento básico ya perfila algunos matices bioéticos y morales.

Así lo hizo ver el propio papa Francisco al finalizar su visita a México, durante la conferencia de prensa en el vuelo de regreso a Roma, interpelado por la angustia y el “riesgo mayor” que podría suscitar el zika en las mujeres embarazadas: “algunas autoridades han propuesto el aborto o evitar el embarazo. En este caso, ¿la Iglesia puede tomar en consideración el concepto de «mal menor»?”, preguntó la corresponsal vaticana de COPE, Paloma García Ovejero.

El concepto del «mal menor» con frecuencia es aplicado como principio de argumentación práctica y situada. “En el campo de la ética médica es muy usado en los debates referidos a la evaluación moral de las intervenciones médicas con efectos negativos, ligado al principio terapéutico”, explica el marista Marcelo Bonhemberger, miembro del comité de bioética del Hospital São Lucas de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul, en Porto Alegre, destacando que “este principio no está exento de posibles ambigüedades: ante la inminencia de males inevitables, se sopesa su minimización y se escoge el mal menor para evitar el mayor”.

Con un talante pastoral, Bergoglio respondió sin divagar que “el aborto no es un «mal menor»: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto”. Alberto Bochatey, obispo auxiliar de la arquidiócesis de La Plata, presidente de la comisión de salud de la Conferencia Episcopal Argentina e integrante del departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM, coincide con la postura ética del sucesor de Pedro: “el aborto no es una solución progresista. Pretender resolver un problema terminando con la vida de un ser humano. Matar a una persona con cualquier grado de patología no es una solución humana válida, justa ni digna”.

Francisco también fue claro al decir que “el aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra –en el mejor de los casos– o para vivir cómodamente. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer. Es un mal en sí mismo, pero no es un mal religioso al inicio: no, es un mal humano”. 

El jesuita Carlos Novoa, docente de la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá, se adhiere a estas afirmaciones aduciendo que “es un problema humano porque a la luz de la Constitución Gaudium et Spes toda teología cristiana es una antropología”. Dicho de otro modo, “porque es un problema teológico es un problema humano para el creyente, pues para el no creyente los problemas teológicos no existen”. 

Sin embargo, es un asunto que compete a todos, creyentes y no creyentes, como propone la teresiana Cristina Robaina, asesora de la Escuela Social del CELAM: “es preciso superar la falsa oposición entre bioéticas laicas o seculares y bioéticas religiosas o confesionales, para apostar por la integración de búsquedas interdisciplinares, interculturales e interreligiosas, en vez de privilegiar alternativas fáciles y rápidas –tipo receta– para responder a la emergencia del zika”.

Anticonceptivos 


Asimismo, con relación a los métodos anticonceptivos, el Sumo Pontífice ha subrayado que “evitar el embarazo no es un mal absoluto”, evocando la excepcional «píldora congolesa» del beato Pablo VI quien “en una situación difícil en África permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos de violencia”. Para Novoa Francisco es coherente con el sensus ecclesiae de los dos últimos Sínodos de los obispos, donde se ha planteado que “la planificación familiar y el uso de métodos anticonceptivos no abortivos es un asunto que en última instancia le corresponde a la pareja decidir en conciencia”.

Desde el punto de vista de la bioética, Bochatey recuerda que “en el campo de la ginecología, muchas veces, los médicos deben prescribir medicamentos para ciertas patologías específicas que, sin embargo, tienen un efecto anticonceptivo secundario, no deseado e inevitable”. En este mismo sentido, “si las autoridades médicas indican un riesgo elevado y esperable de un daño serio para la vida del posible hijo a ser engendrado y los padres no encuentran otro camino responsable, deben seguir las indicaciones médicas más serias y certeras”, añade el obispo argentino.

Con todo, el marista Bonhemberger defiende que “es importante buscar orientación profesional para que las decisiones que se tomen sean proporcionales a la realidad del problema”, y añade que “en la búsqueda del menor mal posible urge desarrollar investigaciones científicas que puedan prevenir, combatir y erradicar esta epidemia”. 

Francisco, por su parte, ha pedido a los médicos “que hagan de todo” para encontrar las vacunas que se requieren.


 Claves bioéticas 

Por su papel en la obtención de vacunas y en la realización de tratamientos adecuados, los comités de investigación y los comités de ética hospitalaria se postulan como “claves maestras” para el combate eficaz del virus del zika. Así lo refiere Cristina Robaina, magíster en bioética: “los primeros tiene la responsabilidad de evaluar y dictaminar los protocolos de investigación en seres humanos, así como formular las recomendaciones de carácter ético, mientras que los segundos tiene la función de análisis, discusión y apoyo en la toma de decisiones respecto a problemas o dilemas bioéticos que surgen en la práctica clínica”.


Publicado en Vida Nueva España No. 2977 (http://www.vidanueva.es/2016/02/26/papa-francisco-reabre-el-debate-bioetico-a-proposito-del-zika-mal-menor/)
Fotos: infobae.com; vaticanocatolico.com; aciprensa.com; voluntariadohupaz.org.ve

lunes, 22 de febrero de 2016

Zika y saneamiento básico

Combatir el zika es defender la vida



No es casual que la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) haya decidido dedicar la Campaña de la Fraternidad (CF) 2016 –uno de sus más importantes proyectos evangelizadores, durante el tiempo de Cuaresma– al derecho al saneamiento básico, un tema tan complejo como escabroso, con el propósito de incidir, a la luz de la fe, en el desarrollo de políticas públicas y actitudes responsables que garanticen la integridad de los brasileros.

Así lo refería el presidente de la CNBB y arzobispo de Brasilia, Sergio da Rocha, durante el lanzamiento de la campaña cuaresmal el pasado Miércoles de Ceniza: “infelizmente nuestra casa común está siendo azotada hoy por el mosquito Ardes aegypti, transmisor de enfermedades, y nuestra familia común está sufriendo y muriendo debido a estas enfermedades, y la falta de saneamiento ha contribuido con la proliferación de los mosquitos”.

La CF asumió este año, en colaboración con el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, una ambiciosa agenda de iniciativas ecuménicas que incluye el desarrollo de múltiples acciones para contrarrestar y retardar la propagación del virus del Zika, así como el del dengue y la chikungunya, mediante la erradicación de criaderos y la prevención de posibles nichos de proliferación del mosquito aedes aegypti, transmisor de la infección, como las cubetas, las tapas de botellas, las macetas y los neumáticos donde suele estancarse el agua.

No obstante, los obispos brasileros también han sido enfáticos al señalar que “la principal responsabilidad del saneamiento básico corresponde al poder público que tiene dinero para esto, a través de nuestros impuestos, sin embargo, muchas veces este monto no se destina al saneamiento”, como se lamentó el arzobispo de Juiz de Fora, Gil Antônio Moreira, quien también destacó que “la CF busca entrar en contacto con las autoridades, las alcaldías y las cámaras municipales para apoyar la reflexión sobre la responsabilidad de impulsar tales acciones públicas”.

Detalle del afiche de la CF 2016
Alarma de la OMS

El aumento vertiginoso de casos epidémicos relacionados con el virus del Zica y su potencial asociación con el incremento de enfermedades neurológicas y malformaciones congénitas en algunos países de América Latina (ver recuadro abajo) ha encendido las alarmas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo confirmó la declaración de emergencia de salud pública internacional anunciada por su directora, Margaret Chan, manifestando que “hay motivos convincentes para sospechar una relación causal entre la microcefalia y la infección por el virus del Zika en el embarazo, aunque todavía no se ha demostrado científicamente”.

En el caso de Brasil, las autoridades han estimado que más de 1.5 millones de brasileros se encuentran infectados, aunque hasta el 12 de febrero la OMS únicamente había confirmado 236 casos. Sin embargo, continúan investigándose los motivos del dramático ascenso del número de bebés nacidos con microcefalia en el transcurso de los últimos meses, que ya supera los 4.700, muchos de los cuales se encuentran ubicados justamente en las regiones que más han sido afectadas por el Zica. Aunque se está evaluando si el virus también se transmite a través de la saliva y del semen, lo cierto es que la ausencia de vacunas y de pruebas diagnósticas rápidas y fiables, así como la carencia de inmunidad en la población afectada, acrecientan los riesgos de su propagación.

Por su parte, la CNBB ha reconocido que el virus del Zika y su posible vinculación con la microcefalia “merece atención especial”, aunque estimó que el estado de alerta decretado por la OMS “no nos debe llevar al pánico, como si estuviéramos ante una situación invencible, a pesar de su extrema gravedad”.

No al aborto

Particularmente, el Consejo Episcopal Pastoral de la CNBB ha advertido que “tampoco se justifica defender el aborto en los casos de microcefalia, como lamentablemente proponen determinados grupos que se organizan para llevar este asunto al Supremo Tribunal Federal en un total irrespeto al don de la vida”. En efecto, el arzobispo de San Salvador y vicepresidente de la CNBB, Murilo S. R. Krieger, denunció que “algunos grupos pro-aborto, inclusive de sectores de la ONU, están siempre listos a aprovechar cualquier oportunidad para difundir sus propuestas”.

Sobre esta cuestión, los propios prelados brasileros han reiterado que no se puede desviar la mirada ante “la vergonzosa realidad del saneamiento básico” en el intento de “suprimir la vida de seres humanos e inocentes porque son indeseados o porque tendrán un ‘patrón de calidad’ inferior al soñado y establecido por la sociedad de los fuertes, bellos y saludables”, denunció el cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de São Paulo. “La presión por la legalización del aborto de seres humanos con deficiencia es contraria a la misericordia”, concluyó el cardenal brasilero.

El Zika en América Latina

En su más reciente reporte sobre la situación del Zika, fechado el pasado 12 de febrero de 2016, la OMS ha señalado que desde enero de 2007 el virus ha brotado y se ha transmitido en 39 países, de los cuales 27 son latinoamericanos. Brasil, Colombia, El Salvador, Venezuela y Suriname sobresalen con relación al incremento de casos de microcefalia y/o del síndrome de Guillain-Barré, asociado a los brotes del Zika. La misma fuente sostiene que “las últimas evidencias sugieren que la infección con el virus durante la gestación puede estar relacionada con el nacimiento de niños con microcefalia”.



Publicado en: Vida Nueva España No. 2.977 (http://www.vidanueva.es/2016/02/19/combatir-el-zika-es-defender-la-vida-conferencia-nacional-de-obispos-de-brasil-cnbb/) 
Fotos: brumadourgente.com.br; hashgurus.com; horazero.com.mx; cnbb; brasil.elpais.br; bbc.com

martes, 2 de febrero de 2016

Balance del Año de la Vida Consagrada en América Latina

La CLAR “abraza el futuro con esperanza”    



Al concluir el Año de la Vida Consagrada, que coincide con la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el 2 de febrero –fiesta de la Presentación del Señor–, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas/os (CLAR) “abraza el futuro con esperanza”, como reza uno de los objetivos propuesto por el papa Francisco para este “año de gracia” que se clausura en Roma, con algunos actos celebrativos en los que también participan las directivas de la CLAR, en cabeza de su presidenta, la religiosa mexicana Mercedes Casas Sánchez, de las Hijas del Espíritu Santo.

P. Gabriel Naranjo Salazar, CM
“Ha sido un año fundamentalmente confirmativo, en el sentido de que sus objetivos, expectativas y horizontes, no han sido ajenos a la historia de la CLAR, sino parte de su caminar, desde los mismos orígenes”, comenta el sacerdote vicentino Gabriel Naranjo Salazar, quien estuvo al frente de la secretaría general de la CLAR durante dos períodos consecutivos. “No quiere decir esto que no le haya proporcionado novedades –aclara el religioso–, por el contrario, ha sido una oportunidad para otear el horizonte, para acercar a la vida consagrada a la luz que había ido vislumbrando ‘al final del túnel’, y para emprender caminos de renovación, sobre todo en el Congreso de Vida Consagrada que se realizó en Bogotá, en junio de 2015”.

En efecto, con una nutrida y diversificada participación de 1.588 participantes –la mayoría religiosos– de distintas procedencias, culturas, carisma y generaciones –incluyendo a las “nuevas generaciones” de la vida consagrada–, el Congreso organizado por la CLAR se constituyó en la “celebración bandera” del Año de la Vida Consagrada a nivel latinoamericano y caribeño.

“Este acontecimiento reflejó el entusiasmo y la responsabilidad de la vida consagrada del Continente para celebrarlo, no de manera conmemorativa sino proyectiva”, apunta Naranjo Salazar, refiriéndose particularmente al compromiso con las “nuevas generaciones”, no solo en el futuro sino también en el presente de la vida consagrada; a la apertura de las congregaciones a la presencia protagónica del laicado en su vida y misión, y la animación de familias carismáticas que los incluyan; lo mismo la experiencia de la inter-congregacionalidad, en frentes de misión, como Haití, o ad gentes, como en África; y la salida misionera a las periferias geográficas, como se expresa en la inserción en lugares de frontera”. Así, de una u otra forma, y de cara al futuro, el Año de la Vida Consagrada afirmó la doble e irrenunciable dimensión mística-profética de la CLAR y su imperativo de “despertarse para despertar mundo”, como ha referido su Presidenta en varias oportunidades.

Por esta ruta, de la mano de los jóvenes y de los laicos, la CLAR insiste en la impostergable reconfiguración de sus estructuras de animación como camino viable para “oxigenar” la experiencia vocacional y desechar tanto las prácticas como los modelos de vida caducos y anacrónicos, que obstaculizan el “soplo” renovador del Espíritu. 

Reestructurar para resignificar 


La realización de tres seminarios regionales –ampliamente solicitados– en Buenos Aires, Bogotá y México, sobre la temática de la reconfiguración y bajo la animación de algunos miembros del equipo de teólogos y del secretariado general de la CLAR, en el transcurso del último año, ha confirmado la importancia capital de entender la reestructuración en términos de resignificación, “sobre todo en relación con la audacia apostólica y la humanización de la animación y la formación”. De ahí que los procesos de resignificación también sean determinantes “para evitar que la vida consagrada se quede aferrada a un pasado que no tiene hoy sentido ni atrae y se abra a una cultura muy relacionada con la significatividad y lo virtual”, plantea Naranjo Salazar. “Particularmente es urgente una resignificación de los consejos evangélicos, para asegurar una vivencia auténtica del seguimiento del Maestro y atraer las vocaciones”, complementa.

Con todo, el camino para resignificar la presencia de la vida religiosa y la vigencia de su propuesta evangelizadora en el mundo de hoy, también pasa por la valoración de lo local y de lo minoritario, la vivencia de la perspectiva antropológica y cristológica de los pobres, la conciencia de ser una alternativa de sentido para las nuevas generaciones, la creatividad en los procesos de formación y de gobierno, y el compromiso personal e institucional con el cuidado de la “casa común” y la justicia, la paz y la integridad de la creación, como se viene haciendo en espacios inter-institucionales e inter-congregacionales como lo es la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) de la cual hace parte la CLAR.

Vida consagrada “en salida”


Presidencia de la CLAR 2015-2018
Estas urgencias u “horizontes de novedad”, como se han denominado en la XIX Asamblea General, a la luz de los temas reflexionados durante el Congreso, sitúan a la vida consagrada del continente en comunión con la “Iglesia en salida”, que avanza hacia las periferias geográficas y existenciales para revelar el “rostro del Padre misericordioso”, tal como propone la Bula Misericordiae Vultus, sobre el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

No en vano el Icono inspirador adoptado por la CLAR para el trienio 2015-2018 refleja la primacía de la “salida misionera” que no da espera, como se expresa también en el lema asumido para este mismo período: “salgamos a prisa al encuentro de la vida” (ver recuadro).

María e Isabel, fuentes de inspiración


El encuentro entre la joven María y la anciana Isabel, según la tradición lucana (Lc 1,39-56), es fuente de inspiración que moviliza a la vida consagrada latinoamericana y caribeña a salir al encuentro de la vida. Como biblista, Gabriel Naranjo Salazar, se refiere al Icono de la Visitación –así se le conoce– como “un salto de la dinámica de la escucha, en la que nos hemos movido durante los dos últimos trienios (‘Escuchemos a Dios donde la vida clama’), a favor de la cultura del encuentro”. En efecto, explica exegéticamente, “María fue a encontrarse con Isabel, para enseñarnos que es preciso salir de la auto-refencialidad hacia las periferias de ‘las montañas’, geográficas y existenciales, con el Mesías dentro; se trata también de una exigencia de marchar a prisa en los procesos de renovación y en el aligeramiento de las estructuras que están frenando la humanización y la ida misionera; un llamado a la inter/intra-generacionalidad donde la doncella y la anciana, el Antiguo y el Nuevo Testamento representados por ambas, supere el miedo a lo nuevo y joven e integre la experiencia y la sabiduría de los mayores; se trata, por tanto, de una apertura a lo germinal, expresado en los niños, el precursor y el Mesías, que ellas llevan dentro; en fin –concluye– el Icono de la Visitación es una dinamización de la quinta esencia de las decantaciones de la CLAR en sus últimos años: la relacionalidad, por medio de lo inter, para la superación de las distancias geográficas, formativas, administrativas, estratégicas, pastorales... de los pobres: ‘ensalzó a los pobres’”.


Publicado en: Vida Nueva Colombia No. 138
Fotos: CLAR, VC