jueves, 8 de diciembre de 2016

Un CLAMOR por los migrantes y refugiados

La Iglesia latinoamericana "redobla esfuerzos" para responder al CLAMOR de migrantes y refugiados



En la ciudad fronteriza de Tijuana crece el drama de más de 15.000 migrantes y solicitantes de refugio en los Estados Unidos, provenientes de México, Haití, Turquía, Pakistán, Siria, Togó, Eritrea y Congo, mientras que aumenta el número de niños y adolescentes centroamericanos que llegan a la frontera entre los dos países en búsqueda de asilo –más de 26.000 en los últimos seis meses–, al igual que las cifras de cubanos ‘varados’ en Centroamérica, y de venezolanos que deambulan por varios países en búsqueda de oportunidades.

Estos y otros alarmantes índices de flujo migratorio en la región, vinculados también al grave flagelo de la trata de personas –que impacta fuertemente a República Dominicana, Colombia, México y Brasil–, motivaron la creación del Consejo Latinoamericano de Movilidad Humana y Refugio (CLAMOR), una iniciativa del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM (DEJUSOL) que busca responder, precisamente, a los clamores de los migrantes, los refugiados y las víctimas de la trata, mediante acciones articuladas entre organizaciones eclesiales latinoamericanas comprometidas con la pastoral de la movilidad humana.

Mons. Gustavo Rodríguez, presidente del DEJUSOL-CELAM
El arzobispo de Yucatán (México) y presidente del DEJUSOL, Gustavo Rodríguez, explica que “CLAMOR nos permitirá fortalecernos en la unidad y caminar juntos, como organismos de Iglesia en América Latina y el Caribe, para dar un mejor servicio a nuestros hermanos migrantes, refugiados o víctimas de trata. Lo que hace cada diócesis, cada nación y cada agrupación de Iglesia, en este campo, tenemos que aprovecharlo de manera que entre nosotros no haya trabajos aislados, paralelos ni mucho menos contrapuestos”.

Los primeros pasos para la fundación de CLAMOR tuvieron lugar durante el seminario latinoamericano organizado por el CELAM en Honduras, el pasado mes de septiembre, con la participación de representantes de varias instituciones que acompañan migrantes, desplazados, refugiados y víctimas de trata, que coincidieron en que “para ofrecer una atención más integral es menester incrementar la colaboración y las gestiones conjuntas”.

“Nos anima el éxito que ha tenido la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, que ha logrado articular los esfuerzos pastorales de quienes trabajan en la Amazonía, en la defensa del medio ambiente y los pueblos indígenas”, comenta Elvy Monzant, secretario ejecutivo del DEJUSOL, agregando que “en el caso de CLAMOR, se trata de un esfuerzo de comunión que nos permitirá denunciar situaciones de violación a los derechos de las personas en movilidad, realizar campañas comunicacionales de sensibilización, ofrecer un itinerario de formación integral a los agentes de pastoral, producir materiales didácticos y realizar experiencias de trabajo conjunto”.

Ante la elección de Donald J. Trump como presidente de los Estados Unidos y su anuncio de deportar migrantes indocumentados masivamente y “asegurar” la frontera sur –como había prometido durante su campaña– Rodríguez afirma que “CLAMOR tiene que actuar en favor de quienes lleguen”, asegurando que, además, “tenemos que redoblar esfuerzos para atender a los migrantes que seguirán insistiendo en cruzar la frontera, a pesar de que se construya el muro, lo cual hará mucho más peligroso su intento”.

¿Quiénes hacen parte de CLAMOR?

Además del DEJUSOL-CELAM, entre las organizaciones fundadoras del Consejo Latinoamericano de Movilidad Humana y Refugio (CLAMOR) se encuentra la CLAR, Cáritas América Latina y el Caribe, el Servicio Jesuita para Migrantes/Refugiados, las redes de religiosas contra la Trata de Personas, Religiones por la Paz, y la familia scalabriniana.


Publicado en Vida Nueva No. 3.013 (edición española).
Fotos: La Jornada; Libertad de Expresión Yucatán; Crónicas de Asfalto



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